Qué mejor para celebrar este día que la elaboración del plato valenciano más internacional y típico: ¡la paella!
Un año más, llegada ésta festividad, en Barx nos reunimos para cocinar las tradicionales paellas. Familiares y amigos se acercaron también hasta el centro, bien para echar una mano, o simplemente para degustar la paella.
En el jardín, se encontraban los cocineros con sus ayudantes delante de cinco grandes calderos que iban a dar de comer a todos los participantes. Y en el centro, a modo de sala de baile, se situaron los demás asistentes disfrutando de la música de ambiente mientras la comida se preparaba.
Aunque todos utilizaron los mismos ingredientes, “cada maestrillo tiene su librillo”, y salieron paellas para todos los gustos, aunque todas riquísimas!!!
Una vez apagados los fogones, y después de dejar los minutos necesarios para que reposara bien el caldero, vino la recompensa final: ¡a la mesa, a comer!
De éste modo, disfrutamos de un bonito día al aire libre, saboreando este delicioso plato con las inmejorables vistas que nos ofrece nuestro centro de Barx.