Es fundamental destacar que nuestra principal herramienta de trabajo en Atención Temprana es el juego. A través del mismo, los niños APRENDEN y desarrollan diferentes funciones cognitivas y motoras. El juego tiene una influencia directa en la constitución subjetiva del niño, por lo se debe tener muy en cuenta en la crianza y educación de los hijos. Es necesario impulsarlo y propiciarlo.
¿Por qué es tan importante jugar?
El juego podemos pensarlo como un espacio de transición que hace el papel de mediador entre la fantasía y la realidad. Así, a través del juego los niños representan sus inquietudes, ideas, sentimientos y deseos. A través del juego el niño logra elaborar diferentes situaciones que ha vivido de manera pasiva -en la realidad-, y logra vivirlas activamente. Siente, mira, toca, huele, experimenta, fantasea, y crea. Es un re-conocimiento de las cosas, que posibilita el buen crecimiento del mundo interno, intelectual y emocional del niño. El juego es un espejo de su mundo interior, y permite al niño:
* Divertirse.
* Conocerse a sí mismo.
* Conocer y explorar el mundo.
* Expresar sentimientos.
* Proyectar fantasías.
* Elaborar conflictos.
* Aprender a compartir.
* Socializar.
* Investigar.
A través del juego, se aprende:
* El valor de las reglas y normas.
* Relacionarse con los otros.
* Ejercer nuevos roles.
* Incentivar capacidades mentales.
Los adultos, como figuras responsables de la crianza de nuestros pequeños, debemos comprender la importancia del juego y buscar el modo de acompañarlos en este aprendizaje, tratando de encontrar el tiempo necesario para jugar, recordando que ellos están aprendiendo mientras disfrutamos y los ayudamos a crecer.