¡Escribo estas líneas desde la caseta de madera donde se guardan los útiles de jardinería! Hago un llamamiento desesperado a quien me pueda auxiliar. ¡Tengo miedo y no sé qué hacer, tengo el cuerpo inmóvil presa del pánico!
El Centro Sociosanitario La Morenica ha sido invadido por bichos y seres horripilantes que deambulan por el Centro haciendo del mismo un lugar macabro.
He podido ver que en el Salón de Actos se congregan las artífices de dicha hazaña: una carnicera despiadada, una bruja, una duquesa malvada con su hija y, arrastrándose por los suelos, una niña horripilante!!!… Tras ellas un séquito las sigue vestidos para la ocasión.
¡¡¡He visto sus caras!!!, verdes, ojerosas, con colmillos, con tornillos, con mordiscos…
En la sala hay una luz tenue, se alumbran con calabazas que cobran vida y muestran una sonrisa maléfica; de las paredes caen telarañas y los fantasmas revolotean por el techo. Son seres extraños, decoran sus mesas con calaveras y unas manos audaces agarran… ¡a todo aquel que se les acerca!
Me he parado en seco, por un momento he notado que alguien me podría haber descubierto, siento un escalofrío… me quedo quieta, en silencio, es un gato negro que roza mis pies, ¿cómo es posible que un gato pueda asustarme? sigo intentando salir de este tenebroso lugar.
Lo que más me llama la atención es cómo todos se muestran tan felices moviéndose con el sonido de la tétrica música que se escucha por todo el recinto.
Sonríen, se abrazan, bailan y comen multitud de chucherías y dulces. Acabo de recordar que en el jardín se encuentra la caseta de madera, ahí puedo esconderme…. tengo que encontrar una salida….