La tarde del pasado viernes llevamos a cabo en el patio de nuestro Centro una gran fiesta de verano. Los niños y sus familias compartieron junto a los profesionales una tarde especial, repleta de actividades: disfrutamos de una rica merienda, los peques saltaron y gastaron energía en una gran colchoneta, tuvimos rincones de pinta-caras, nos visitó Bob Esponja, bailamos y no faltaron los regalitos y mucho más.
Pero lo más importante de esta fiesta es la posibilidad de encontrarnos todos en una actividad fuera de la rutina de los tratamientos, donde los familiares han podido intercambiar experiencias, informaciones, comentar logros, deseos, sentir el apoyo de otros padres y de todas las profesionales del servicio.
Por ello antes de marcharse a casa, los padres recibieron un pergamino con una bonita poesía donde se manifiesta la importancia del trabajo y la participación de las familias en el tratamiento de los niños y nuestro más sincero reconocimiento profesional a la entrega y dedicación diaria. Con mucha alegría atesoraremos estos recuerdos que nos llenan de energía, para pensar en una nueva fiesta de verano y mejorar cada día más.